viernes, 15 de junio de 2012

Tengo esto para empezar

Pum! Paso una ola gigante. Todo fue muy rápido, ahora se convirtió en realmente ahora y de golpe me di cuenta que ya nada es como antes. Me puse mas viejo porque jamás me mire a los espejos y eso hizo que el tiempo corra más acelerado, encarando siempre para adelante sin detenerme un segundo a mirar que es lo que estaba aconteciendo a mis costados. Vivo en una casa llena de gente, un par de perros, poco salario repartido entre los que habitamos, igual nos cabe levantarnos temprano, algunos interactúan con la tierra, otros vuelan por el aire con los sonidos emanados. Comemos lo que ustedes tiran, los que hacen los mandados, Adriana la verdulera nos separa lo descartado y entre guiso y ensopado la economía se aliviana, y así podemos disfrutar las mañanas, sin ser presos del salario. El barrio, el sitio donde este acontecimiento se esta desarrollando, algunos vecinos ni nos pasan cabida, yo creo que ellos piensan que estamos todo el día drogados. De mañana muy temprano los veo irse, con sus trajes y recién afeitados, se dirigen al hastió de un día que ya fue programado, que es repetitivo, insano, consumen la droga mas silenciosa que es la de creerse gerente y ser un pobre esclavo, estar cómodo suele ser mas fácil que plantarse como árbol firme y hacerse cargo. Otros tienen mas buena onda, los cuento con los dedos de esta mano 1 2 3 4 5 . El ferretero es muy copado, nos tira data de los arreglos, a el siempre lo escuchamos. En la otra cuadra vive una señora que todavía no se el nombre, suele llevarse laurel del árbol y cuando lleva al nieto a la escuela charlamos. Me dice que me va a alcanzar semillas y algún plantin de los que tiene en su casa, sonreímos e intercambiamos nuestras ganas. Tengo esto para empezar, la espontaneidad de parar a mear y empezar a escribir un libro. Tengo mi deambular autogestionado, mi libertad rebelde que se desata del salario. Tengo un montón de cosas para hacer y una traba mental que me impide empezar. Si me pongo a buscar entre mis cosas hasta quizás encuentre un poco de voluntad. Tengo las 20 uñas de mi cuerpo comidas, tengo saliva y rebalso de ansiedad. Tengo un teclado, tengo una tuca, tengo el cuaderno, tengo el mousse. Tengo la capacidad de cambiar. Atención acá! Afuera cualquier dogma que me intente estancar! Armar de nuevo, empezar el camino de retorno hacia donde solía empezar. Concentrarme cuesta tanto como encausar, pero debo lograrlo sino la energía me va a desbordar y quedare medio trulado. Tengo amor y también tengo odio, eso no me lo puedo negar, aunque me gustaría que todo sea armonioso hay veces que me surgen ganas de incendiar. Un banco, una comisaria, un cartel de publicidad. Convivo con las dos caras, por eso escribo, para poder equilibrar, por eso escribo con amor y odio. Toda la sangre decorando el renglón. En esta dual situación elijo encarar todo con la premisa del amor, si es odio, que sea por amor al odio. Ja! Vuelvo a activar mi centro, mi portal. Pedalear, gozosa actividad que tenia abandonada. De acá para allá, escapando del miedo, de la frivolidad. El tiempo es la cárcel que hoy me quiere encerrar.

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