Geseloide

La hamaca de la luna no tiene mucho apuro.
Corre viento de tierra en este noviembre y la playa casi sola
Un par de olas, y en la orilla un hombre completamente bronceado. Pareciera que tiene una mano de cetol recién dada, o un tacho al lado de la cama y todos los días cuando se levanta se pincelea enterito. Se me acerca y charlamos, un amigo hace un comentario, le dice que a partir de diciembre los atardeceres se prestan para andar tirado en el chiringo de los licuados, fumados, relajados, el le responde “como en la vieja villa” y yo sonrío mirando el mar y con un dejo de añoranza por el comentario de este geselino bronceado que me deja regulando con mil historias de valla a saber cuando.
Seguimos charlando, y me pregunta si estoy escribiendo una canción, o una narración a lo cual respondo que no y quedo haciendome la misma pregunta yo ¿Que estoy escribiendo? Estoy entreteniéndome, delirando, hilando ideas, muchas quedan dando vueltas y no las plasmo, entonces siguen viaje, se adentran en un mar de instantes y buscan otro sitio donde desarrollarse, donde tener un papel devenido en cama para descasnar.
¿La estructuralidad del escribir se logra escribiendo mucho?
¿O en algún lado ya inventaron un curso?
A ver, vamos a meternos en el asunto y sacarle el jugo al cerebro entre papel y birome a ver si desatamos juntos este nudo raro. Por momentos siento que me pongo en pose humilde demasiado. Si mente careta! Estoy hablando bien de mí y no voy a dejar que te metas con tus candados oxidados en mi cabeza.
Fluir tambien es romper esta barrera entre lo que esta bien o lo que esta mal, se trata de solo ser, y que el corazón nos diga que hacer, lo encaro así y todo va a estar bien.
Si siento que soy encuentro tranquilidad, al reprimir veo tormenta y no quiero mas ser victima de esa siesta. Porque acá no hay verdugo, en todo caso si existe soy yo.
Solo, todo uno
Y decido como viene la cosa
Si soy victima es por darle un mal uso a la vibración que hoy sentado acá me puso
Yo decido porque yo siento
Y todo es a su momento
Che! De en serio lo pregunto, es que yo suelo verme varias veces perdido entre mi cuaderno y mi pulso, entre mi ego y mi murmullo, volcán lavoso de escupida constante y una mochila difícil de sacarme. De buscar algo legible, entendible
A ver, a lo concreto, yo hago todo esto porque me hace bien hacerlo
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El resto es accesorio, si lo muestro, si lo divulgo, si lo convivo, si alguien se siente identificado, si sirve, si no sirve, acá en la hoja solo va lo que fluye.
No me sale escribir nada premeditado, nada programado, fluye, no lo puedo controlar y tampoco quiero, ya estoy harto de reprimir, necesito transcribir, lo que pide hoja y papel, lo que me agita la voluntad de ser
“Sale el sol y todo cambia” grita al pasar Mateo
Miro al horizonte y pataleo, me hace bien lo diminuta de mi presencia infinita en esa línea a lo lejos donde el mar y el cielo juegan.