lunes, 2 de julio de 2012

Tengo esto para empezar ( o la necesidad del exodo)

El éxodo que estallo dentro de la mente hace un par de años anda con necesidades y yo dedo acatar. Rajar de acá cada día es más elemental. A la larga me iré, y pensarlo ya hace que el acontecimiento empiece a acontecer. Viajar es el caudal que primero agarrare. Luego me quiero instalar. En la sierra, en el mar. Necesitamos irnos varios de acá. La presión de la ciudad es terrible. El consumo, la internet, el celular. Todo nos aleja de la tierra. La depresión tomo el control de esta región. El capitalismo fracaso y los hijos de esa generación, es decir, nosotras, estamos felices de ver el caos de la civilización. Se cae a pedazos porque nada puede sostenerse sin amor. El ahora, que es el hoy, es la consecuencia de millones de años de desamor, de codicia, de una incontrolable gula de poder. Todo ese tiempo nos llevo a estar hoy acá, golpeándonos la cabeza contra un tren todas las mañanas porque el sistema nos obligo a trabajar para comer. El ser humano es un experimento de domesticación. Nos acostumbramos a todo. Nos mienten en la cara y nadie hace nada. La ciudad va a explotar, no se cuando va a suceder dicho acontecimiento, pero se respira un aire que hace pensar que no falta tanto. Mientras, seguimos en pie. La alegría del resistir. Círculos de afinidad que crean un sentimiento de comunidad. Seres autónomos, ingobernables. Desconocemos el estado, pero sabemos en que lugar estamos parados. Somos radicales pero no tarados. Cada paso es acercarse a la libertad. Esa a donde nunca vamos a llegar. Porque no se trata de un lugar, sino de caminar.
Una hoja en blanco es el comienzo de una nueva realidad. Se trata solamente de empezar para poder después desarrollar. Girar, doblar, saltar los muros, determinante debe ser nuestra acción para deconstruir. Prefiero buscar verdura en la basura antes que trabajar. Es necesario reciclar y bajarse de la velocidad a la que nos quieren acostumbrar. ¿Por qué todos andan tan apurados? Vendiendo los días al mercado, contando con una mano los ratos para disfrutar. Hay que doblar, girar, saltar los muros, salir de lo absurdo de esta realidad material. Necesario es el sol, no el patrón. Necesaria es el agua, no la tele ni la computadora. El ego siempre es el bastión en la guerra de esta devastada civilización. Todos queriéndose mostrar, ser mas, la humildad es un bien escaso en esta ciudad donde todos quieren resaltar.

1 comentario:

  1. El ego siempre es el bastión en la guerra de esta devastada civilización. Todos queriéndose mostrar, ser mas, la humildad es un bien escaso en esta ciudad donde todos quieren resaltar.


    ME EN-CAN-TO

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